Nuestra historia comienza durante un viaje fotográfico al norte de Argentina, a Humahuaca, en la provincia de Jujuy. Un lugar rico en naturaleza y tradiciones.
Es una tarde de verano. Ricardo, nuestro guía, nos acompaña en una 4×4 por un camino sinuoso que parte de Humahuaca (3012 m) y llega a un mirador en las montañas del Hornocal.
Una vez allí, a una altitud de 4300 m, se abre ante nosotros un paisaje impresionante, un cuadro dibujado por la naturaleza. Un largo sendero acompaña nuestra vista hasta las montañas, que presentan una serie de rocas con formas de triángulos y una paleta de colores que van desde el rosa, al rojo, amarillo y naranja, dependiendo de la inclinación de la luz. Por eso se le conoce también como la montaña de los 14 colores.
El Hornocal forma parte de la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la UNESCO el 2 de julio de 2003, y actualmente es administrado por las comunidades indígenas locales.
habitantes de los Andes, desfilan frente a nosotros. La vicuña es un hermoso
animal, emparentado con la llama y nativa de Sudamérica. Muy conocida, también
en la época incaica, por su fina lana. Alcanza pensar que en el Perú, durante la
dominación de los Incas, sólo se permitía a la nobleza llevar ropas hechas de
lana de vicuña.
dedicamos a fotografiar este grupo de vicuñas desde lejos, sin molestar. Como fondo, las preciosas líneas y los colores del Hornocal. Sólo nosotros, algunos turistas y
un relajante silencio para enmarcar la escena.
Este es el origen de nuestro logo. Un símbolo que nos recuerda un momento, que significa tanto para nosotros y que esperamos poder compartir en viaje con ustedes.
Al final, una vicuña nos regala una emocionante silueta al atardecer, las últimas luces se apagan en el Hornocal.