Si te estás preguntando cuáles son los mejores destinos para fotografiar la vida silvestre argentina, ¡estás en el lugar correcto!
Con una superficie de 2,78 millones de km2, Argentina se caracteriza por sus diversas condiciones climáticas y geográficas. Ecosistemas únicos con una flora y fauna exuberantes: desde selvas tropicales hasta praderas, montañas, pantanos y el desierto patagónico, un lugar desolado, fuera del tiempo.
En este artículo nos centraremos en 5 destinos imperdibles para un fotógrafo de naturaleza. Las posibilidades son muchas: desde pingüinos, hasta ballenas, pumas, yaguaretés, vicuñas, guanacos, flamencos, etc.
En Argentina encontrarás algunas de las especies más espectaculares de nuestro planeta.
1. Los Esteros del Iberá
Los Esteros del Iberá, en provincia de Corrientes, son un paraíso de la vida silvestre argentina. Una inmensa reserva natural, que en el mundo, por su extensión (unos 12.000 km2), sólo es superada por el Pantanal (Brasil, Bolivia, Paraguay). El Parque Nacional Iberá, creado en 2018, ocupa un área protegida de unos 1400 km2.
El ecosistema del Iberá está formado por un conjunto de pantanos, estanques, lagunas, esteros, pastizales, sabanas, bosques, palmerales y cursos de agua.
Alberga un gran número de especies animales, entre ellas la mayor población de ciervos de los pantanos del país, dos especies de caimanes (Yacaré overo y del Para), 350 especies diferentes de aves (garza, cigüeña, pato, martín pescador y flamenco), además de la anaconda amarilla, el carpincho, el mono aullador, el aguará guazú, el lobito de río, el oso hormiguero gigante, el yaguareté, el tapir, etc..
Los avistamientos de fauna en la Reserva Natural del Iberá son muy frecuentes, ya sea navegando por sus aguas o caminando por los senderos que se adentran en el ecosistema.
2. Península Valdés
Unos 1400 km al sur de Buenos Aires, a lo largo de la costa que limita con el océano Atlántico, se encuentra la Península Valdés, en provincia de Chubut. Esta reserva natural ha sido declarada patrimonio de la UNESCO y es uno de los destinos más importantes para fotografiar la fauna marina en Sudamérica.
Una oportunidad para encontrar, de mayo a diciembre, a los gigantes del océano, en una de las zonas con mayor densidad de ballenas en el mundo. Además de orcas, toninas overas, pingüinos de Magallanes, leones marinos, focas, guanacos, zorros grises, etc.
¡Un destino de ensueño para un fotógrafo de naturaleza!
3. Iguazú
Las cataratas del Iguazú, en el noreste del país, en la provincia de Misiones, son uno de los espectáculos naturales más bellos y grandiosos del planeta. Una verdadera demostración de la fuerza de la naturaleza.
Declaradas patrimonio de la UNESCO en 1984, las áreas protegidas de Iguazú, entre Argentina, Brasil y Paraguay, constituyen una importante zona de conservación para muchas especies animales pertenecientes al ecosistema de la selva atlántica, entre ellas: el yaguareté, el coatí, el ocelote, el tapir, el tucán, el yacaré, el mono maicero, el lagarto overo, las tortugas y muchas especies de aves y mariposas.
4. Laguna Mar Chiquita
La Laguna Mar Chiquita (o Mar de Ansenuza) es un área protegida ubicada en provincia de Córdoba. Se trata de un enorme humedal de agua salada con presencia de numerosas especies de aves. Es considerada una de las áreas de conservación de avifauna más importantes del país.
Gran protagonista de la fauna de la laguna es el flamenco. Según un censo de 2018 realizado por el GCFA (Grupo de conservación del flamenco andino), se estima que hay más de 200 mil ejemplares.
De hecho, la salinidad de las aguas de la laguna crea un entorno ideal para los flamencos, que se alimentan de moluscos, insectos acuáticos y pequeños crustáceos y la eligen como hábitat para anidar.
Además de las tres especies de flamencos típicas de Sudamérica (flamenco chileno, flamenco andino y flamenco de James), también hay muchas otras aves y algunas especies en peligro de extinción como la tortuga terrestre argentina, el lobo del río y el aguará guazú.
Un lugar único para la vida silvestre argentina, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1995.
En el momento de escribir este artículo, aún no se ha instituido un parque nacional, lo que ayudaría a proteger aún más este ecosistema de la contaminación por parte de la industria local y el turismo no reglamentado.
5. Parque Nacional de Calilegua
Calilegua, en el norte de Argentina (provincia de Jujuy), es un parque nacional constituido por una gran biodiversidad. El parque se creó en 1979 para preservar el ecosistema de las Yungas (bosques de montaña) y fue reconocido en 2002 como Reserva de la Biosfera de la UNESCO.
Un destino de aventura para fotografiar la fauna silvestre, con más de 250 especies de aves, y muchos mamíferos, como el yaguareté, el yaguarundí, el ocelote, el gato del pajonal, el puma, el tapir, los monos, el osito lavador, el ciervo taruca, el pecarí, la corzuela colorada, el zorro del monte, el carpincho, el hurón mayor, el coatí, el lobo del río, etc.
¡Una inmersión total en la selva verde y salvaje de Jujuy!